En el Blog de Distpublic queremos hacer un poco de historia de la publicidad, así que mensualmente publicaremos algún artículo dedicado a la historia y anécdotas sobre este arte de captar clientes para tu negocio o marca.

¿Sabías que ya hace más de 4000 años que existe la publicidad? El ser humano desde que tiene espíritu comercial ha sentido la necesidad de poder vender sus productos y por ello ha inventado de todo para llamar la atención del consumidor.

Así, en Sumeria, hacia el 2700 a.C, usaban el grito como forma de captación de la  clientela a sus puestos dispuestos en el templo de la ciudad. Como podemos ver es un método muy bueno de captación, porque lo seguimos utilizando hoy en día en los mercadillos.

El historiador griego Herodoto  contaba en el  S.V a.C  que las caravanas de mercaderes tenían a “hombres-heraldos”, de voz potente y clara pronunciación, para anunciar sus productos. Cuenta también  que en la ciudad persa de Lidia (Asia Menor) aparecieron las primeras tiendas fijas con voceadores en la puerta invitando a los transeúntes a entrar y comprar en ellas mediante frases sugestivas, costumbre que aún pervive.

En época romana es cuando realmente la publicidad tiene gran auge entre la sociedad. En Pompeya se han encontrado los alba: espacios blanqueados con cal donde se escribían los anuncios, situados en las paredes de las principales calles de la ciudad. Los utilizaban los candidatos políticos al senado romano para captar el voto de los ciudadanos. También eran utilizados para eventos como espectáculos circenses y concurso de gladiadores.

 

Hay que decir que en las ruinas de Pompeya se han encontrado también multitud de pintadas de carácter popular hechas en piedra o madera -incluso con punzón- en las que se anuncian hasta comercios. Podríamos decir que este es el origen del graffiti., como el que anuncia en la pared de una taberna sobre sus productos: “Tenemos comida: pollo, pescado, jamón, pavo y caza,”

En la sociedad romana, donde la gran mayoría de la población no sabía leer, la iconografía era siempre el mejor recurso para la publicidad y tenemos ejemplos como este explícito signo en relieve que señalaba la dirección de un burdel en Pompeya en una de sus principales calles.